Nos trasladamos a la localidad de Aldeaquemada, en pleno Parque Natural de Despeñaperros.
Aldeaquemada se encuentra a una hora y media aproximadamente en vehículo desde Jaén capital. Esta carretera, debido a sus sinuosas curvas y fabulosas vistas, es muy frecuentada por los amantes de las motos por lo que si eres uno de ellos no dudes en hacer una visita a este municipio.
La ruta que proponemos podemos valorarla con una dificultad media por algunas pendientes que son algo más duras de afrontar, pero sin duda los puntos más álgidos se encuentran en el paso al interior de la cascada de La Cimbarra y sobre todo en el acceso a la cascada de El Negrillo. Para esta última hay que pasar por zonas de medio escalada.
Recomendamos realizar este itinerario en épocas pluviales por la cantidad de agua que podremos observar caer de las cascadas y también en primavera / verano ya que se pueden encontrar algunas zonas de sombra y, aunque no es una zona acondicionada para el baño, podremos disfrutar de un refrescante chapuzón siempre que lo hagamos con precaución.
No dispondremos de cobertura durante ningún punto de la ruta por lo que es interesante que llevéis vuestro itinerario previamente bien preparado.
Nuestra idea inicial era plantear una ruta circular para hacer todo el recorrido ya que una vez pasado el Mirador del Desfiladero aparece a la derecha una trocha que permite acceder al curso del arroyo Martín Pérez y llegar a la cascada de El Negrillo. Una vez allí cambiamos de planes, no tomamos la trocha y avanzamos hasta el aparcamiento, dividiendo la ruta en dos partes. Tened en cuenta esto por si queréis realizar una ruta circular, más rápida, intensa y directa.
Cascada de La Cimbarra
Nuestra ruta comenzó desde el aparcamiento, el cual podéis encontrar señalizado en nuestro mapa. Es muy sencillo llegar hasta el mismo por ello no os damos más indicaciones. Si buscáis “Cascada de la Cimbarra” en Google Maps y seguís la ruta hasta el final llegaréis justo hasta el aparcamiento el cual está a unos dos kilómetros aproximadamente desde el pueblo.
Una vez dejamos nuestro vehículo estacionado tomamos el sendero que encontramos a la derecha. A día de hoy, por motivos del COVID-19, el camino es de sentido único y por tanto la ruta circular, lo cual imaginamos que cambiará a medida que la situación se normalice.
Continuando por este sendero llegamos a una bifurcación de caminos. Disponíamos de un camino que iba hacia arriba y otro hacia abajo. Tomamos la opción descendente que, pasando por los restos de un viejo molino de agua abandonado, nos llevó hasta la cascada. Más tarde volvimos de nuevo hasta esta bifurcación para continuar nuestra ruta en sentido ascendente llegando a la zona de miradores.
Al llegar ya a la zona donde se divisa la cascada tomamos el sendero de la izquierda para llegar a la vista frontal de la misma. El sendero es muy sencillo aunque si se quiere bajar hasta la poza de la cascada es algo más abrupto. Las vistas de la cascada de unos 40 metros de altura son impresionantes.
Si en lugar de tomar el sendero de la izquierda se opta por el de la derecha, se asciende hasta el interior de la cascada. Este camino es bastante más complicado que el anterior pero nada que alguien con un poco de pericia no pueda afrontar. Nosotros íbamos con la niña y el perro y pudimos llegar sin problemas. Desde este punto sentiremos la fuerza de la cascada mientras disfrutamos de unas vista increíbles. Naturaleza en todo su esplendor.
Destacar que dependiendo del caudal que lleve la cascada podremos acceder o no al interior de ella ya que cuando baja muy cargada de agua a veces aparecen otras caídas de agua aparte de la principal y el terreno puede complicarse aún más.
Tras disfrutar de la cascada volvimos atrás, pasando de nuevo por el molino abandonado y llegando hasta la bifurcación de caminos. Esta vez tomamos el sendero ascendente siguiendo el camino hasta la Plaza de Armas desde donde pudimos tener unas vistas desde arriba de la cascada.
Seguimos avanzando hasta llegar al Mirador del Desfiladero donde obtuvimos una visión panorámica de todo el parque natural.
Desde aquí, continuamos avanzando en línea recta para llegar de nuevo hasta el aparcamiento y terminando nuestra primera parte de la ruta.
El Cimbarrillo y El Negrillo
LLegamos al aparcamiento, el calor era intenso y era la hora de comer por lo que decidimos darnos un respiro, coger el coche y seguir por el carril a la derecha del aparcamiento que nos lleva hasta el área recreativa de Martín Pérez. Aquí dejamos el coche estacionado y repusimos fuerzas a la sombra comiendo en uno de los merenderos habilitados.
Con las pilas ya cargadas salimos a buscar El Cimbarrillo siguiendo el curso del arroyo Martín Pérez. El camino era muy sencillo. Una vez que llegamos a las inmediaciones de la cascada encontramos una señal con una flecha que indica que bajemos hacia abajo. Para acceder a la cascada es importante hacer caso omiso a esta indicación y seguir andando hacia delante en lugar de bajar. Más adelante encontramos una pequeña cuesta que nos permitió bajar de nivel y llegar hasta una bifurcación.
En esta bifurcación encontramos a la derecha un sendero un poco escondido que nos llevó hasta la cascada de la zona de El Cimbarrillo, el cual estaba indicado por una flecha en un poste. En nuestro caso llegamos justo después de comer por lo que ya había sombra y en época de calor se agradece bastante. La cascada no tenía mucha agua, pero el entorno es muy bonito.
Encontramos varias fijaciones en la piedra que rodea la poza que al parecer están indicadas para la práctica de escalada. También nos llamó mucho la atención una jarrita que hay con una cadena para poder tomar agua procedente de las filtraciones de la piedra que rodea la poza de la cascada.
Tras un descanso y un chapuzón volvimos a salir a la bifurcación y tomamos el camino de la izquierda para continuar hasta la zona de El Negrillo. El camino no era difícil inicialmente y, aunque a veces se perdía, bastaba con dejarse llevar un poco por la intuición y seguir el curso del arroyo que siempre quedaba a nuestra izquierda.
Llegamos a un cartel indicando que el sendero había finalizado y que nos encontrábamos en las inmediaciones de El Negrillo, concretamente a tan solo 50 metros. Aquí comenzó la zona más complicada de la ruta ya que había que realizar una subida y posterior bajada en modo medio escalada para acceder a la cascada. Aunque fue sencillo, con un poco de paciencia se pudo hacer y de verdad que el esfuerzo mereció la pena. Esta zona es espectacular, además parece que por su situación no es transitada por mucha gente (nosotros estuvimos solos todo el rato).
Tras varios chapuzones, fotos y disfrutar de una escena idílica decidimos volver por el camino que habíamos realizado en modo inverso hasta llegar de nuevo al área recreativa de Martín Pérez donde nos esperaba nuestro vehículo para llevarnos de nuevo a casa.
Consideraciones finales
Nos ha encantado la ruta. Si en otra ocasión la afrontamos de nuevo quizás optemos por ir antes a la zona de El Cimbarrillo y El Negrillo, aprovechar las zonas de las pozas con más sol y luego realizar la visita a La Cimbarra al atardecer.
También sería interesante probar la ruta circular por la trocha que va desde el Mirador del Desfiladero al arroyo Martín Pérez.
En la parte superior de la cascada de La Cimbarra existen unas pozas en las que se puede disfrutar de un chapuzón siempre y cuando el caudal de la casada no sea demasiado grande. Las vistas desde aquí son bastante interesantes.
Desde el arroyo, vía acuática, parece que también es posible acceder a la cascada de El Negrillo. Nosotros no podíamos acceder por ahí porque en ese momento bajaba bastante agua y con la niña y el perro no era viable.
Visitad Aldeaquemada, no os dejará indiferente.
A continuación os dejamos el vídeo de la ruta y nuestro mapa para que podáis descargarlo.